
El 31 de octubre de 1850 se inauguraba el Palacio de la Carrera de San Jerónimo. Las Cortes estrenaban así, por primera vez en España, una sede diseñada específicamente para albergar el Parlamento. La urgencia en el diseño y la construcción de edificio que albergase la sede de la soberanía nacional, un proyecto dilatado por «la guerra civil, los trastornos políticos, y la penuria del erario”, era una de las prioridades a la hora de acometer una obra de tal magnitud, y así se constató en su día en la memoria histórico-descriptiva del nuevo palacio del Congreso de los Diputados, un documento elaborada por la Comisión de Gobierno interior del mismo y publicado por el impresor de cámara de S.M. y de su real casa en Madrid, en 1856.
