
El procedimiento parlamentario de aprobación de las leyes en España es un mecanismo clave del Congreso de los Diputados y del Senado de España, que permite convertir iniciativas legislativas en normas con plena validez. Todo comienza con la iniciativa legislativa —que pueden presentar el Gobierno, las Cortes Generales, las asambleas autonómicas o los ciudadanos mediante iniciativa popular— y continúa con su tramitación en el Congreso, donde se debate en comisión, en Ponencia y en Pleno, se presentan enmiendas y, finalmente, se vota el texto.
Una vez aprobado en ambas Cámaras, el marco constitucional y reglamentario exige la sanción, promulgación y publicación de la ley para que entre en vigor. Este camino legislativo —definido por la Constitución Española y los Reglamentos de las Cámaras— organiza no sólo el debate y las votaciones, sino también la revisión del Senado de España y posibles vetos, garantizando la transparencia, la participación política y la representatividad del proceso legislativo.
