Los Parlamentos de los 27 Estados miembros de la Unión Europea son instituciones fundamentales que representan la soberanía nacional y garantizan el funcionamiento democrático de cada país. Aunque comparten principios comunes como la representación popular, la separación de poderes y el control al Gobierno, cada uno tiene su propia estructura, composición y procedimientos legislativos adaptados a su sistema político.
A nivel europeo, estos Parlamentos desempeñan un papel clave en la conexión entre la ciudadanía y la Unión Europea, participando en la aprobación de leyes que afectan al conjunto de los Estados miembros y en la supervisión de las políticas comunitarias. Su cooperación y diálogo contribuyen al fortalecimiento de la democracia parlamentaria en Europa y a la defensa de los valores comunes de la UE.
